sábado, 21 de febrero de 2009

Morderse

Saboreo estos océanos y pasiones de aguas dulces.Pido suplicio ante esta incontinencia de placer, pero por favor,no me lo den.Esta humedad que se arrincona y mi respiración que me abandona. Estas contracciones que invaden mi cuerpo librando una batalla, ahí, adentro. Y abajo de todo esto, el zumo de mi placer albergando mi talla. Segundos que dictan mi epilepsia y de esta expedición no quiero terminar la existencia. Me ahogo en este torrente que va por aquella selva oscura, y cerrando mis ojos me entrego más a esta locura.No hay parada en esta ruta de caricias, fricciones y delicias, por que pocas palabras desciben este aumento y disminuición. Esta compleja y rica reacción de sudor y humedad, de fantasía y realidad.Transmisión agónica de éxtasis, reflejada en suspiros y jadeos, en temblores y deseos.Las sábanas que me contienen son testigos mojados de esta pequeña muerte, este delicado suicidio consciente, este roce ferviente. Juego con las velocidades, las formas y los lugares. Y de instantes a otros, escapa por mis gemidos y convulsiones un frenesí incontrolable, el disfrute que a mi cuerpo invade. Y por tan ansiados segundos, el orgasmo ha matado a mi consciencia. Una vez vuelta a la lucidez, comprendo el por qué de mi entrega a este fallecimiento tan placentero. Y es que por el siguiente, ansiosa espero.



No hay comentarios:

Publicar un comentario